Ferran Barbarà
Soy Ferran Barbarà, apasionado del turismo y la gastronomía del Maresme, y especialista en marketing y diseño web, siempre listo para compartir mi amor por esta vibrante región catalana.
Playas tranquilas, pueblos con encanto y ciudades llenas de historia que puedes disfrutar sin coche y sin gastar de más.
Publicado: 2025
En nuestros hoteles hablamos a menudo con gente que viene de Barcelona o sus alrededores y decide optar por el tren como método de transporte. Nos cuentan que no quieren peajes, ni dolores de cabeza con el parking, ni la presión de conducir para una escapada corta. Prefieren subirse en Sants, Clot o Plaça Catalunya, mirar por la ventana mientras la ciudad se aleja y llegar sin complicaciones a un sitio donde cambiar de ritmo.
De esas conversaciones nace este artículo. Son destinos a menos de dos horas que se disfrutan sin coche, perfectos para un fin de semana rápido y asequible. Lugares que conocemos bien porque muchos de nuestros huéspedes llegan así: tren, mochila ligera y ganas de desconectar a buen precio.
Caldes d’Estrac es el refugio tranquilo a 40 minutos de tren desde Barcelona. Un pueblo pequeño, famoso por sus balnearios históricos, donde apetece pasear sin prisa, mirar el mar y dejar que el silencio haga su parte. Como siempre decimos, aquí el tiempo corre más despacio y la escapada se siente de verdad.
En Dynamic Hotels tenemos aquí el Dynamic Caldetas, pensado para quienes vienen buscando esa calma: habitaciones prácticas, un entorno relajado y la ventaja de estar a un corto paseo de la playa y de los espacios termales que han hecho famoso a este destino.
Fotografía: @angiboots
Calella es la escapada rápida que muchos hacen con la R1: en menos de una hora estás en un paseo marítimo largo, con chiringuitos, helados y ese ambiente veraniego que no exige planificación. Arena amplia, baños sin prisas y el Mediterráneo a mano.
Para quedarse sin complicarse, en Dynamic Hotels contamos con el Hotel Mar i Sol, un alojamiento sencillo y funcional, perfecto para quienes quieren centrarse en disfrutar del mar y el paseo marítimo sin preocuparse de nada más.
Fotografía: @josepmontmany
En poco más de una hora de tren, Tarragona te recibe con su anfiteatro frente al mar, murallas y un casco antiguo lleno de terrazas. Es ese equilibrio entre historia y playa que convierte un fin de semana normal en algo distinto sin exigir coche ni mapas complicados.
En esta ciudad tenemos el Hotel Canadá Tarragona, cómodo y bien ubicado, ideal para quienes quieren descubrir el encanto romano y el Mediterráneo sin preocuparse del coche ni gastar de más.
Fotografía: @tarragona_cat
Sitges es un clásico que no falla: playas cuidadas, calles blancas, museos y un pulso cultural que se nota incluso fuera de temporada. El tren tarda unos 40 minutos y te deja a un paseo de todo, sin taxis ni vueltas.
Muchos viajeros de Barcelona nos cuentan que repiten por lo fácil que es: playa por la mañana, callejear por la tarde, copa al atardecer y vuelta sin estrés. Una escapada versátil, perfecta para hacer en pareja para cuando quieres mar con algo más que sol y toalla.
Fotografía: @catalunyaturisme
Girona es un viaje cómodo en tren y un cambio de escenario total: murallas, catedral, calles empedradas y las casas de colores sobre el Onyar. Se disfruta paseando, sin reloj, entre cafeterías pequeñas y miradores.
Es un plan para saborear con calma: un par de comidas que sorprenden, un café mirando el río y la sensación de haber estado lejos sin haberlo estado. Perfecta para un fin de semana cultural y a buen precio sin necesidad de coche.
Fotografía: @stifotia
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